Tras Burn! The Zenigame Fire Brigade!! toca un capítulo dedicado a uno de los núcleos importantes de esta serie: la eterna amistad entre Ash y Pikachu, los protagonistas de este viaje que supera las dos décadas.
«You’re two parts of the same whole. two hearts and bodies united as one.»
Brock
Ash y Pikachu se encuentran relajados debajo de un árbol cuando el Team Rocket intenta capturar al Pokémon en una de sus fechorías habituales. Ash utilizada a Snivy para liberarse, pero la mala fortuna acompaña y Pikachu sale disparado con el Team Rocket. Una segunda explosión en el aire deja a Pikachu y Meowth desamparados. La rata eléctrica lleva la gorra de Ash y sigue su instinto en dirección a su entrenador, que hace lo mismo. Por el camino se producen varios encuentros con Pokémon salvajes, destacando un Caterpie, un Rattata y un Spearow. Un día después, y tras un accidente del que son rescatados por una Latias que permanece invisible, Ash y Pikachu logran reunirse, mientras que el Team Rocket rescata a Meowth y se aleja sin provocar más daños hasta la siguiente ocasión.
Este capítulo se podría definir como «cortita y al pie». El roster casi ni es tal, con Snivy apenas recibiendo una sola escena. El foco va para Ash y Pikachu y no hay más mensaje que el que sostiene la serie: su amistad es eterna y se quieren más allá de lo que se puede definir. Son el núcleo, son el centro de todo. Gracias a su relación, Ash puede alcanzar el estatus de Maestro Pokémon. Gracias a su amistad, se hacen más fuertes. Y son tan fuertes que son Campeones del Mundo. Pueden con todo y han vivido de todo, como nos recuerdan los flashbacks de múltiples temporadas cuando ambos observan la luna.
No se usa normalmente para su relación con Pikachu, pero Ash es un entrenador capaz de sentir las auras. Este concepto está normalmente relacionado con Lucario y lo hemos podido ver en acción tanto en Lucario y el misterio de Mew como durante Pokémon Journeys con el Lucario de Ash o incluso con Ash-Greninja durante Pokémon XY, según cómo queramos interpretar la conexión y la forma. Aquí no se explicita como tal, pero la capacidad de Ash y Pikachu para detectar dónde están es, como poco, similar. Aun así, la explicación es más sencilla: el amor que sienten. La una no excluye a la otra, pero a nivel de universo hay una explicación que puede resolver el episodio en caso de que se sienta demasiado «porque patata».
Hay un tópico aquí que ya hemos visto en otras ocasiones. No es la primera vez que hemos visto a Ash separarse de Pikachu y a un miembro del equipo tener que pasar tiempo con Meowth, Jessie o James. Ejemplos fáciles son Bound For Trouble de la serie original, A Scare to Remember! durante Pokémon Advance o Jumping Rocket Ship! durante Diamante y Perla. Hemos tenido incluso la situación inversa durante Blanco y Negro, dado que Meowth se unió al grupo de los buenos entre los episodios 43 y 47. De ahí viene un gag en el que el Pokémon es casi capturado en varias ocasiones.
Y esa situación se repetiría en Pokémon XY, cuando Pikachu casi captura al Pokémon gato. ¡De verdad!
Estoy seguro de que me dejo por el camino al menos una situación más en la que se produce esta división de caminos. Como digo, es un tópico, y me parece recordar al menos una que involucraba una excavación y unos túneles, con todos los protagonistas separados y remezclados con el Team Rocket. También se puede mencionar The Bicker the Better, con la batalla por equipos de Ash y James contra May y Jessie. Sí, esa en la que James suelta esa frase.
También tenemos referencias a los primeros capítulos del anime. La presencia de Spearow y de Rattata responde a los primeros Pokémon a los que Ash se enfrentó al salir de Pueblo Paleta. Un Rattata le intentó robar la comida y la escena de Ash y Pikachu contra los Spearow del episodio piloto es una de las primera imágenes míticas de la serie.
La luna es un elemento clave en esta ocasión y hasta aparece en el título, And We’re Looking at the Same Moon!, para destacar su relevancia. Me gustaría destacar el momento en el que Pikachu y Caterpie miran la luna, que rima con uno casi idéntico del episodio 3, Ash Catches a Pokémon. Caterpie fue la primera captura de Ash y tiene cierta relevancia en su mito, en especial gracias al momento de la despedida de Butterfree.
Es importante el hecho de que Pikachu lleva la gorra de Ash durante casi todo el capítulo. Este elemento, aunque cambiante, siempre ha permanecido como la gran constante del diseño de Ash. La original la ganó gracias a enviar un montón de cartas y, desde entonces, ha ido adquiriendo significado. El momento de darle la vuelta a la gorra suele señalar algo importante, y el movimiento Z con Pikachu va acompañado de que el Pokémon se ponga la gorra. Le representa a él, representa su legado y eso se mantiene incluso en el universo de I Choose You!. Vuelvo a señalar al especial The Distant Blue Sky, en el que Ash cambia de gorra por la del diseño clásico, que es un regalo de su padre. Desde luego escogieron bien el momento de estrenar ese episodio, dado que ha tenido rimas con toda esta serie epílogo.
¡Más detalles! Latias salva a Ash y Pikachu sin revelarse. Es el momento de mayor interacción entre ellos desde el primer episodio. La Pokémon legendario sigue atenta y valora lo suficiente las acciones de Ash como para asegurarse de devolver el favor del inicio de la serie. Entiende que el entrenador hace lo mismo por los Pokémon y decide echar una mano. Aun así, tenemos aquí a un Ash un poco más cabezón, sufriendo por la separación con su amigo. Es Brock quien cura al Spearow salvaje y aplica técnicas para curarle, demostrando así que Ash está más enfocado en su misión y menos atento a su entorno.
Pero es gracias a eso que tenemos la secuencia nocturna de mirar la luna. Es ahí donde residen todas las claves del episodio, tanto a nivel de guion como a nivel de pieza audiovisual. Porque a veces se trata de tener un momento en el que sentarse, mirar la luna y sentirse conectado con el universo. En el que reposar, descansar y, sobre todo, sentir. Porque este es un capítulo de sentir, algo muy importante para este epílogo de acabar la historia que no se puede acabar. Es un episodio que se decide a observar la eternidad de su esencia, representada en la amistad entre una rata eléctrica y un niño cabezón que llevan más de veinte años haciéndose mejores.
Con eso, basta.
Hasta aquí el comentario de hoy. Acabo con la imagen After story, protagonizada esta vez por Meowth y el Team Rocket.
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