Tras el tempo pausado de And We’re Looking at the Same Moon!, en esta ocasión volvemos a un capítulo más clásico con el regreso de un antiguo amigo: Lapras.
«I bet it saw that Whaleko in trouble and couldn’t abandon it.»
«Just like a certain someone.»
Misty y Brock
Ash, Misty y Brock se encuentran viendo botar a unos Wailmer en una playa. De repente se acerca un Lapras que reconocen como el compañero de viaje de las Islas Naranja. El Pokémon les pide ayuda y les lleva hasta una isla cercana en la que se encuentra atrapado un Wailmer salvaje, clavado en la roca, que es más dura de la habitual. Con ayuda de su equipo, Ash y Misty logran rescatarlo, pero la mala fortuna hace que Wailmer evolucione en Wailord cuando se encuentra dentro de la isla, lo que provoca un nuevo atasco. Con la ayuda de sus Pokémon, los Pokémon salvajes y un Team Rocket amenazado por Pikachu, logran rescatar al Pokémon, pero un derrumbamiento atrapa a Ash. Lapras colabora con Wailord y logran resolver la situación bajo la mirada de Latias. Al acabar el día, todos se despiden mientras Lapras sigue su vida como líder de su manada.
Riding on Laplace♪ es un episodio simpático que ofrece la clave de lo que propone en su gag final. Es una aventura agradable que conecta con el pasado y nos hace rememorar por qué nos gusta el anime de Pokémon. Es heredero del arco de las Islas Naranja, además, que es un periodo con mucho más significado del que se le suele reconocer. Por lo pronto, fue el primer momento en el que la serie decidió expandirse más allá de los confines de los videojuegos, creando un mundo propio en el que desarrollar a sus personajes con mayor margen de maniobra. A su vez, es el momento en el que se tomó la decisión de mantener a Ash como protagonista, lo que provocó su permanencia hasta la actualidad. De haberse tomado otra decisión, el viaje de Ash habría acabado antes y un nuevo protagonista hubiera comenzado su andadura en Johto. Se tomó la decisión correcta, en mi opinión.
Esa mezcla de lore propio se combinó con el primer gran logro de Ash venciendo a Drake, entrenador acompañado de un Dragonite capaz de usar diez movimientos. Desde ahí, paso a paso, fue avanzando hasta ser el Campeón Mundial que es actualmente. Y Lapras es sinónimo de todo ello, funcionando como transporte marítimo y como icono de una época.
Icono que, dicho sea, se ha encontrado muy pocas veces con Brock. De hecho, si no me equivoco, esta es tan solo la segunda vez que cruzan sus caminos. El Líder de Gimnasio se había marchado del grupo al inicio de la temporada, y su rol lo asumió Tracey. El cambio se debió a que tenían miedo de que Brock se viera como un estereotipo racista en los Estados Unidos. Aquello no acabó pasando, Brock era increíblemente popular y, para el inicio de Johto, volvió. Tracey, por su parte, nunca ha sido muy popular, y ha quedado relegado a un segundo, tercer y cuarto plano desde entonces. Vive en el corazón de quienes le shippean con Misty, pero aparece poco y normalmente sin líneas de voz.
Todo esto provocó que humano y criatura no se conocieran hasta Lapras of Luxury, episodio en el que estoy bastante seguro de que no se montó a lomos del Pokémon. Por tanto, este episodio de Aim to Be a Pokémon Master marcaría la primera ocasión en la que tenemos una imagen del trío original montado en Lapras. Lo habitual, como digo, es la imagen con Tracey, que se puede ver una vez más en el ending. Es el sexto japonés, recuperado de aquella época y repetido en el ya mencionado capítulo de Johto.
Pasarlo bien por encima de la resolución fácil de la historia. El episodio es honesto en su propósito y lo abraza al final. Sí, habría bastado con meter a Wailmer en una Pokéball y sacarle fuera, ¿pero dónde está la gracia en eso? Gracias a evitar la solución fácil tenemos, por ejemplo, un roster de Pokémon de Ash que logra lucirse. Para la ocasión va acompañado de Pikachu, Bayleef, Torterra, Heracross, Sirfetch’d y Kingler. Si los sumamos a Lapras, el entrenador usa hasta siete Pokémon, una cantidad algo inusual. Y todos logran lucirse y brillar un poco pese a ser el capítulo en el que más compañeros utiliza.
Ya lo he comentado, pero rescatar Pokémon de otras eras ayuda a ver cómo era Ash entonces. Y hay valores que son eternos, como el de ayudar a quien lo necesita. Lapras representa eso, tal y como señalan Misty y Brock en la conversación que cito al inicio. Es una buena manera de recordar que las bases siempre han estado ahí.
Como detalle final, que Wailmer/Wailord se encuentre atrapado dos veces me hizo rememorar una época en la que el grupo podía encontrarse en dos episodios distintos con el mismo Pokémon salvaje teniendo el mismo problema. Por ejemplo, en Pokémon Advance, un Spoink perdió su perla en dos ocasiones.
Hasta aquí mis comentarios respecto a este episodio. Acabo, como es costumbre, con la imagen After story.
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